“Una fotografía es una evidencia irrefutable de un cierto acontecimiento.” (Susan Sontag)
Nací en el año 1971 en Ucraína, como ciudadana soviética de nacionalidad rusa. Llevo 24 años viviendo en Hungría por matrimonio con un ciudadano de ese país. Creo en aquello que ni fronteras físicas, ni nacionalidades obstruyen el arte universal o el arte fotográfico. Capturar la medida divina en las cosas sencillas, es lo que mejor me va. Filtrar una pizca fantasía a los acontecimientos sencillos de las cosas: es mi intención a largo plazo.
No podría enumerar mis temas preferidos – qué pinto entre luces dependen de mi disposición momentánea y de las circunstacias. Una faz interesante, un movimiento, un color, y mi mundo interior cobra vida, lo que voy construyendo –con diligencia de hormigas– sobre la base de mis propias reglas.
La humildad es un factor importante. Es la razón por lo que la fotografía habla. En mis imágenes no quiero comprender el mundo, sino enseñarlo a la Zoja Lipovenka. El derecho de decisión le incumbe al público… Soy una aficionada, pero me ineteresa la historia del mundo fotográfico, sus novedades y noticias.
Me considero una persona con sus propias leyes que agarra una cámara; si llega a gustarle a otros ese “más” que reflejan mis imágenes, me siento felíz. Esta aventura crónica, esta aprehención del momento hace que la vida sea humana. Ese estado de clemencia abre ventanas al mundo. Es lo que represento con mis imégenes.
Se dice que con los ojos de una buena foto esté mirando Dios, mas los momentos siempre se escogen por el hombre…